miércoles, 27 de marzo de 2013

La dama de blanco

Autor: Wilkie Collins

            Conviene enfrentarse al libro con espíritu abierto ya que iniciar su lectura supone un esfuerzo adicional. El modo de escribir es diferente al que acostumbra la literatura actual, dado que data de mediados del siglo XIX. Al principio resulta prolijo y aparentemente cursi lo que nos hace pensar que nos estancaremos en descripciones de acuarelas pintadas por dulces damas de la alta sociedad inglesa. Sin embargo, la perseverancia nos premia con un maravilloso relato de misterio que nos atrapa. Tanto que el lector no sabe qué ha ocurrido exactamente hasta la mitad del libro. Lo cual es notable ya que esto se desvela hacia la página 400 de las casi 800. Está tan magistralmente escrito y con tanto misterio excepcionalmente dosificado que cautiva y se apodera del lector, deseoso de satisfacer su curiosidad por esclarecer los hechos.

            Es un acierto que sean los distintos personajes quienes relaten como un testimonio su vivencia de lo sucedido. Cada uno ilustra una faceta de la misma realidad. Y sorprende la elevada consideración de las figuras femeninas con reflexiones muy modernas sobre sus vidas.

            El desarrollo de la historia es perfecto con muchas otras historias paralelas y entrecruzadas que se resuelven con enorme precisión y acierto.

            En definitiva, un clásico que supera en altura literaria, elegancia y entramado a muchas novelas negras de países más fríos que nos invaden con relatos más sórdidos, pero no mejores.

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