lunes, 29 de abril de 2013

Memorias de una vaca

Autor: Bernardo Atxaga

           
Cuando la vaca Mo tiene una edad avanzada, decide escribir sus memorias.

Así nos cuenta que  nace en un caserío vasco durante la Guerrra Civil. Se  pregunta qué tipo de animal sería, ansiando ser caballo; pero desgraciadamente comprueba que es vaca. Tras la frustración inicial, recibe los ánimos de alguna compañera y, sobre todo, del Pesado. Que es el nombre que le da a su Angel de la Guarda.

Así intenta comprender el mundo que le rodea. Con grandes esfuerzos, ya que su intelecto no parece muy ágil. Y ella, sobre todo, no quiere caer en la sentencia que repite la vaca más rebelde y lista del establo: “no hay nada más tonto en el mundo que una vaca tonta”

Nos narra, como historia central, un secreto que sucede en el caserío y cómo lo va desentrañando con su pequeño cerebro bovino. Queda en el lector la duda de si con los elementos que ella nos aporta llegaríamos a la conclusión correcta utilizando todas nuestras perspicaces neuronas. En todo caso, quedémonos tranquilos; sólo es una ficción.

Además describe con dulzura e inocencia los sentimientos y aspiraciones de Mo. Divierte y sorprende pensar que una vaca puede albergar tantas reflexiones.

Un cuento tierno, bello y original.

viernes, 26 de abril de 2013

Tristezas de amor


Autor: Marta Rivera de la Cruz

Los amantes de la historia cotidiana, y los cotillas en general, disfrutarán con esta recopilación de historias de amor desdichadas. La mayoría de ellas son muy conocidas, pero resulta interesante leerlas todas juntas.

Comprobamos que las penas de amor asedian a todos por igual. Y en ocasiones derriban a quienes las padecen. Sin distinción de culturas, posición social, económica, inteligencia, belleza, encanto, poder…

A pesar del desconsuelo de algunas de estas narraciones, no dejan poso de amargura. Quizá porque no es ni la intención ni el estilo de la escritora. Y aun cuando los entresijos revelados puedan ser ásperos, duros, humillantes o simplemente ridículos, la autora no cae en la zafiedad de los correveidiles contemporáneos. Más bien nos anima a compadecernos de las tribulaciones que afligen a los protagonistas.

Nos consuela de los posibles desengaños que hayamos podido sufrir, cuando los cotejamos con las lágrimas de Marilyn, Ava Gadner, Soraya, Severo Ochoa, Agatha Christie, Larra y otros personajes más brillantes, guapos e inteligentes que nosotros.