viernes, 11 de julio de 2014

El velo pintado

Autor: William Somerset Maugham

           
            En la colonia británica en China, una bellísima joven comienza su tiempo de búsqueda de marido con grandes expectativas. Para ella y, sobre todo, para su madre. Sin embargo, no consigue encontrar lo que quiere. Y como su hermana, más fea y joven, se propone casarse muy bien, ella se apresura a hacerlo con el primero que se cruza. Un bacteriólogo aburrido y gris del que no está enamorada y que no colma sus aspiraciones sociales. Un matrimonio tan decepcionante que es una invitación a la infidelidad. Que cristaliza en la persona de un apuesto y divertido hombre casado. Al ser descubierta, confía en que su amante dejará a su mujer para casarse con ella. Por supuesto, él no desea perder su posición y la desprecia. En este punto, la protagonista no tiene más opción que acompañar a su marido al interior del país para atender una epidemia de cólera feroz.

No podía imaginar peor escenario vital para ella misma. Perdido el amor del marido, abandonada por el amante y con la amenaza cierta de la muerte. Todas sus ilusiones cercenadas. ¡Este era finalmente su dorado futuro!. En situación tan adversa, encuentra asideros: la amistad de un pintoresco funcionario de aduanas y la colaboración con las monjas francesas que asisten a los enfermos. Pero su vida sigue su curso, y no siempre favorable….


Leemos, por tanto, un magnífico relato de Somerset Maugham, el gran novelista americano del siglo XX. Con su azarosa vida y sus obras llevadas al cine de Hollywood. La agudeza de sus diálogos y  las certeras frases que retratan el ser humano: “Cumplir el deber no tiene más mérito que lavarse la cara: no basta cumplirlo, pues el deber se impone. La única cosa que vale es amarlo” O esta otra: “Sólo una persona mediocre está siempre en su mejor momento”. Naturalmente, este pensamiento no es de aplicación para ninguno de nosotros.