jueves, 28 de abril de 2016

La ladrona de libros

Autor: Marcus Zusak


            En la Alemania nazi, la hija de unos comunistas es acogida por una familia para protegerla de la persecución que sufren sus padres. También refugian en el sótano a un judío, hijo de un amigo del padre. La niña descubre la lectura robando libros a la mujer del alcalde. Y eso le ayuda a sobrellevar la guerra que, por otra parte y con frecuencia, no es vivida por los niños con la crudeza real que sí soportan los adultos.

Quien narra la historia es la Muerte, lo que resulta un gran acierto.  A mi parecer sus reflexiones son lo más logrado de la novela. Por lo demás, no deja de ser una historia de nazis y judíos que tantas veces hemos visto. Y la narración es algo deslavazada. Quizá el tema me resulta recurrente o quizá el nivel literario no es muy elevado. Pero algo ha impedido que disfrute con su lectura y finalmente se me haya hecho bastante pesada.


Me hubiera gustado encontrar más protagonismo de la Muerte, que es dibujada con bastante dulzura y que recoge a las almas con delicadeza y comprensión, dedicándoles algunas frases preciosas cuando el fallecido las merece. Sin duda es el mejor personaje.

miércoles, 27 de abril de 2016

Enterrado en vida

Autor: Arnold Bennet

            ¿Alguna vez hemos deseado desaparecer y vivir la vida de otro? Yo sí, la verdad. Pues esto, justamente es lo que hizo el afamado pintor Priam Farll. Triunfador en el arte, pero asocial y en extremo tímido. Nadie le había visto nunca. De modo que, al morir su criado, decide intercambiar las identidades. Enterrar a Priam Farll y ser, desde ese momento, Leek. ¡Incluso asiste a su propio funeral! Para complicar las cosas, aparece Alice, una viuda que se prometió con Leek por correspondencia y que, lógicamente, toma a Prime por su enamorado.


            Una historia de mentiras, suplantaciones y enredos, muy bien escrita ambientada en la Inglaterra de principios del siglo XX. Aunque a mí, en particular, me ha parecido un poco larga y con menos chispa de la que esperaba.

martes, 26 de abril de 2016

En el piso de abajo

Autora: Margaret Powell


            La autora nos cuenta de modo autobiográfico la vida de una cocinera en Londres antes y después de la Primera Guerra Mundial. Sus primeros trabajos como pinche y su progresiva mejora laboral paralela al desmoronamiento de la clase pudiente que, consecuencia indirecta de la Gran Guerra, acorta su distancia con las clases bajas por primera vez en la Historia. Empieza a escasear el número de sirvientes en las casas buenas y también los víveres que entran en sus cocinas. Aparece con fuerza la clase media y los derechos laborales asoman en todos los sectores. También en el del servicio.

            Margaret, la protagonista, nos relata con mucho humor su peripecia vital. Las relaciones que se establecen entre los dos mundos, señores y sirvientes,  siempre juntos y siempre separados. Las cenas de seis platos cuidadosamente presentadas para los señores y las sobras para los criados. En su primera  casa hasta tenía que planchar los cordones de los zapatos. Nos cuenta con detalle los trabajos interminables de limpieza, planchado, cocina…Menos de un siglo ha transcurrido, y ahora esas tediosas tareas se realizan a menudo sólo con pulsar la tecla “on”. ¡Por no hablar del asombroso milagro de obtener agua caliente al instante abriendo un grifo!


            Ha servido de inspiración para la serie “Arriba y abajo” que los niños de la EGB admiramos tanto. Sin embargo, esta novela es mucho más amarga y deslenguada. Seguramente así eran las cosas, pero yo me quedo con la amabilidad de la serie frente a la crudeza de este relato.

Andanzas del impresor Zollinger

Autor: Pablo D´Ors
           
           
            August Zollinger, el protagonista, siente la vocación de ser impresor en su pueblo. Pero quienes ya tenían este negocio establecido desde hacía mucho tiempo, le echan a patadas del lugar. En vista de lo cual, decide marcharse a buscar otras ocupaciones. Así le vemos sucesivamente como ferroviario, soldado, funcionario del más bajo nivel y zapatero. Cada episodio nos ofrece, al menos, un hilo conductor: el amor, el compañerismo y la amistad, el desprendimiento y el valor del silencio, el amor al trabajo escondido que nunca ve nadie, la perfección en el trabajo…

            Yo en particular, orgullosa funcionaria, he disfrutado especialmente con el capítulo dedicado a la humilde tarea de sellar documentos, que ejercía con admirable ilusión infantil. Todo lo hacía por la dignidad del oficio mismo, y nunca dejó de creer que poner un tampón bien era mucho mejor que ponerlo mal.

            A la manera de un cuento, el relato es delicado, tierno y carente de maldad, sin ningún personaje cruel. Triunfan el bien, el esfuerzo, el amor, el trabajo bien hecho. Todo ello sin un deseo explícito de moralizar y con un lenguaje sencillo que consigue una impresión final de paz y buen humor.
           

En el camino vital que recorre el impresor, tan importante es el objetivo último como lo que ocurre mientras se consigue. Zollinger nos recuerda que es imprescindible vivir con un anhelo, pero que este no debe transformarse en una obsesión que nos impida disfrutar la felicidad agazapada en cada instante y que sólo cada uno es capaz de hallar.

lunes, 25 de abril de 2016

Los millones de Brewster

Autor: George Barr McCutcheon


            Monty Brewster recibe el día de su veinticinco cumpleaños un millón de dólares como herencia de su abuelo. No le puede ir mejor. Y a los pocos días, muere un tío casi desconocido que le deja siete millones de dólares. Pero con la condición de que en un año justo no tenga ningún bien de ninguna clase a excepción de la ropa que llevara puesta.  De modo que debe elegir entre un millón seguro o siete que dependen de dilapidar ese millón. La tarea no es fácil; no puede hacer donaciones ni, lo que es peor, decírselo a nadie. Esto último hace que su buen nombre caiga en el desprestigio. Pasa por loco y manirroto. Incluso su novia se aparta de él a la vista del futuro lamentable que le esperaría a su lado. Descubre que el dinero no es tan fácil de quemar como parece. Incluso puede que la buena suerte incremente aún más su capital.

            Se acerca el final del plazo y no está claro que concluya con éxito. Lo que no se me alcanza es la razón por la cual él no consigue gastar el dinero y yo no consigo ahorrarlo.


            Novela de aventuras que quizá se alarga un poco. Es posible que si se resolviera en menos páginas ganaría en agilidad.

Martes con mi viejo profesor

Autor: Mitch Albom


Tres décadas después de haber concluido sus estudios, Mitch Albom se entera por la tele que Morrie Swartz, su profesor más querido de la universidad, está próximo de morir a causa de esclerosis lateral amiatrófica y que con gran entereza ha decido dar a conocer al mundo su situación. Mitch recuerda que prometió estar en contacto con él, pero el trasiego de la vida y sus nuevos intereses le llevaron a incumplir su palabra. Ahora es el momento de cursar junto a él una asignatura imprescindible: el Sentido de la Vida.

De modo que, cada martes, le visita en su casa y asiste a su progresivo deterioro a la vez que aprende cómo afrontar el amor, el dolor, la angustia, las alegrías y todas las situaciones que trae cada vida. Sin embargo, no falta el buen humor que, nunca ha de perderse. ¡Ni siquiera delante de la Parca!


Es una historia real que, a pesar de su dureza, en ningún momento transmite pesadumbre. A fin de cuentas todos hemos de morir, y es importante no perder de vista esta verdad a cuya luz tiene sentido la vida entera. Sorprende reflexionar cómo se ha perdido este planteamiento en el momento actual, cuando siempre ha sido determinante en toda la Humanidad. Cada uno tendrá su propia explicación. Yo, por mi parte, lo achaco a la banalidad del pensamiento general junto con la falta de trascendencia y religiosidad.