viernes, 8 de junio de 2018

Operación chotis en adobo


Autor:  Julio Muñoz Gijón

 

 

Nos encontramos ante una novela policiaca delirante, costumbrista, heredera de la tradición de la comedia de situación española, en la que los personajes son caricaturas de la realidad y la trama es un enredo detectivesco delirante. Al autor le sirve para presentarnos tipos castizos y sevillanos extremados en sus caracteres pero que, sin embargo, podemos reconocer porque los tópicos son el resultado de la realidad llevada al infinito.

 

 

La historia gira alrededor de varios interesados en conseguir a cualquier precio un vinilo de los años veinte sospechosamente precursor de “La Micaela” de los de La Charca. Detrás de él, por distintos motivos tenemos a Megías, sevillano pinturero y conseguidor, y Pichi, madrileño castizo cuyos hermanos heavys están secuestrados y torturados sometidos a la escucha constante de reaggeton. Estos personajes son el remedo de los hermanos Alcázar, que podemos encontrar en todo momento en la Gran Vía madrileña. Como estos, también se reconocen otros personajes populares.

 

Y así, con una sucesión cinematográfica de aventuras, donde aparecen chulapos, pensionistas, hermanos cofrades, músico, sicarios, políticos corruptos y otros individuos, va discurriendo la novela.

 

Una comedia sainetera llena de tópicos y chistes que nos hacen pasar un rato muy divertido, pero que, si prestamos un poco de atención, comprobamos que también nos habla del poder de la familia, de la importancia de la oración y la fe y de lo interesante que es tener nuestra propia cultura que, sin embargo, no debería abocarnos a la exclusión de otras.

viernes, 1 de junio de 2018

Un hijo


Autor:  Alejandro Palomas

 

            Guille es un niño de nueve años que vive solo con su padre porque su madre, azafata, se encuentra en Dubai trabajando. Es un niño muy sensible y su única amiga es una niña pakistaní. Apenas se relaciona y parece abatido por la ausencia de la madre. Aunque tampoco el padre, que además está en paro, sobrelleva bien la situación.


            El deseo vehemente de Guille es ser Mary Poppins. No ser como ella, sino ser ella. ¿Acaso anhela ser una niña? ¿Por qué precisamente esa fijación con la niñera del cuento? ¿Es capaz de distinguir la realidad de la fantasía? ¿Qué hacer en un caso como este? El colegio acude en su ayuda y la psicóloga toma cartas en el asunto. Van apareciendo datos inconexos cuyo encaje final compondrá un dibujo diferente al que se supone en un inicio.


            Un libro tierno, muy bien escrito, de dulzura no almibarada en el que el amor dentro de la familia es capaz de abrigar a quienes sufren. Que no siempre son los que nos parecen.

lunes, 14 de mayo de 2018

El almacén de las palabras terribles


Autora:  Elia Barceló
 
           
            Talia y Pablo son dos jóvenes que se sienten culpables por haber dicho palabras terribles, ella a su madre y él a su mejor amigo. Ambos encuentran una persona que les indica que existe un almacén donde se guardan las palabras dañinas y que, si quieren enmendarlas, pueden ir a él e intentar recuperarlas. Así lo hacen, cada uno por su lado ya que no se conocen entre sí. Cuando llegan comienzan un viaje por distintas estancias ayudados por unos misteriosos guías que les acompañarán para enseñarles las consecuencias de sus palabras y cómo pueden aprender a usarlas bien para transmitir siempre sólo lo que de verdad quieran. En este trayecto mágico también se sienten juzgados por el valor de las obras y palabras buenas o malas que hasta el momento han realizado. Es inevitable recordar La Divina Comedia,  La Leyenda del monje Virila, El Sexto Sentido, Qué bello es vivir y tantas obras que tratan el tema del balance vital y la oportunidad de mejorar.
 
            Mientras ellos, en un mundo sin tiempo, se desplazan por diferentes lugares, sus cuerpos permanecen en estado de coma como resultado de un accidente. Así el texto oscila entre Aquí y Allí según dónde se está desarrollando la novela. Y asistimos a sus deseos de aprendizaje y a las reacciones de sus familias ante el drama de muchos meses en coma con un futuro incierto.
 
            Un cuento amable que lleva apenas dos horas de preciosa lectura que atrapa y embelesa. Que nos recuerda la importancia de las palabras, que construyen el pensamiento y nos diferencian de los animales. Las cuales, una vez emitidas tienen su propia vida y no pueden modificarse por lo que, al igual que los protagonistas, conviene aprender a imprimir su sentido exacto antes de pronunciarlas. Porque remediar el dolor producido por ellas no siempre está en nuestra mano. Yo, al menos, no he conocido a nadie que viajara al almacén de las palabras terribles para anularlas. Si alguno de mis lectores sabe cómo llegar a ese lugar, agradecería un correo con los detalles.

martes, 24 de abril de 2018

El alma del mundo




 


           
Autor:  Alejandro Palomas



 Dos nonagenarios llegan por separado a una residencia de alto nivel y son asignados a la misma cuidadora, Ilona, una lutier húngara que ha vivido durante el tiempo del dominio soviético de la Europa del  Este. Entre ambos ancianos se establece una relación de amistad pactada por un curioso contrato que cumplen escrupulosamente. El anciano, que fue director de orquesta,  le pide a Ilona que le construya un chelo para regalarlo a una persona especial. A lo largo de la novela van desgranándose los secretos que oculta cada personaje con  una escritura prístina y bellísima que, sin embargo, resulta fácil y grata.

 

He aprendido que los instrumentos de cuerda frotada precisan de una pieza clave que se llama el alma que se sitúa en su interior para que suenen bien. Y esta pieza juega un papel importante en el título de la novela.

 

           

            A mí, en particular, me ha conmovido la vida de Ilona en el bloque del Este. Muy pocas veces los libros son tan poco complacientes con la realidad del comunismo; con demasiada frecuencia en Occidente se omite el terror cotidiano al que fueron sometidos durante ochenta años quienes quedaron atrapados en esa parte de Europa en la que el régimen intentó por todos los medios arrancar la historia, cultura y religión que compartía con todo el Viejo Continente. Y por esa mirada políticamente incorrecta y sin embargo absolutamente cierta ya merecería la pena leer esta preciosísima historia. Pero es que además la trama es muy original y plagada de sorpresas.

           

            Un pequeño relato lleno de amores y miedos en el que los secretos celosamente guardados iluminan la novela cuando leemos el sorprendente final. De entre todas las reflexiones que nos suscita yo me quedo con aquella que nos asegura que siempre es tiempo de rectificar y mejorar

martes, 27 de marzo de 2018

Novela de ajedrez

 


 


Autor: Stefan Zweig           




Un joven campesino de la zona eslava meridional, inculto y torpe, ignorante en todas las materias e indiferente a cualquier estímulo, se revela por casualidad como un genio ajedrecista, portento nunca visto en su patria. Y llega a ser campeón mundial sin abandonar nunca lo grotesco de su figura ni progresar intelectualmente. Pero, al verse triunfador, se transforma en arrogante y engreído, si bien se cuida de conversar con nadie que pudiera entrever su ilimitada necedad. El protagonista de este relato, que es quien lo narra, no comprende cómo un imbécil llega a ser un maestro de juego tan sublime. Y se propone estudiarle durante el transcurso de una travesía marítima donde coinciden. El azar le descubre un espléndido jugador escondido entre los pasajeros y que, a su vez, esconde un secreto: confinado por la Gestapo durante meses a la soledad de una habitación de hotel, condenado a la inacción más absoluta, encontró su salvación en repetir mentalmente jugadas de ajedrez y finalmente jugar contra sí mismo de modo que, lo que inicialmente fue su liberación, se convirtió en amenaza cierta para su cordura.

Ambos ajedrecistas se retan en una partida sin igual y el lector asiste al duelo titánico entre ellos sin saber cómo finalizará semejante enfrentamiento.

 

Zweig, siempre perfecto, nos sume en el dolor inmenso de quien es retenido cruelmente y sometido a torturas sutiles. Y nos recuerda que cualquier relato, por breve que sea, se transforma en obra maestra en la pluma de un gran escritor.


viernes, 16 de marzo de 2018

Crónicas marcianas


Autor:  Ray Bradbury

 

            Ray Bradbury es posiblemente uno de los escritores más conocidos de cuantos han cultivado el género de la ciencia ficción. Su nombre evoca indefectiblemente “Farenhait 451”, “El hombre ilustrado” y, por supuesto, estas “Crónicas marcianas”. Este conjunto de relatos lo leí alrededor de mis veinte años y lo recuerdo lleno de dulzura. Y, en efecto, a pesar del tiempo transcurrido, esta segunda lectura me ha cautivado del mismo modo. Los viajes y colonias que se establecen en Marte por parte de los terrícolas tienen un encanto melancólico. Cada episodio narra las aventuras de diferentes expedicionarios en el planeta rojo que ansían replicar su modo de vida en la Tierra que, por su parte, está siendo devastada por las guerras .Todas las historias son tiernas aunque muchas tienen un final triste. Y es curioso que Bradbury las sitúa en futuro lejano, pero lo cierto es que para los lectores actuales esas fechas ya son pasado.

 

            Pienso que debería ser lectura obligada no sólo para los amantes de la ciencia ficción ya que, bajo la apariencia de fantasía, nos regala preciosas e inquietantes reflexiones sobre la naturaleza humana que se mantiene constante aunque habitemos en diferentes planetas.

Vinieron como golondrinas


Autor:  William Maxwell

 

            William Maxwell fue periodista, editor (a decir de muchos el más grande de la narrativa norteamericana del siglo XX) y escritor. A los diez años sufrió la pérdida de su madre a causa de la gripe española de 1918. Una pandemia terrible que supuso la muerte de cincuenta millones de personas, convirtiéndose así en un trágico epílogo a la Primera Guerra Mundial cuyo número de bajas fue cinco veces menor: diez millones de seres humanos que dejaron sus ilusiones en trincheras y ciudades. Y esta experiencia dolorosísima es la que de modo casi autobiográfico nos relata en esta breve narración.

           

            Escribe la novela a tres voces: el niño pequeño (su alter ego), el hermano mayor y el padre. Cada uno siente de modo singular la muerte de la madre, el pilar de la familia. Ninguno está preparado para una vida sin ella.

           

 Para Bunny, a sus ocho años, le parecía que si su madre no estaba cerca nada era real ni estaba vivo. La ternura con la que describe el autor cuánto amor siente por ella, me ha impelido a rememorar mis propios sentimientos hacia mi madre. El hijo mayor, adolescente con una pierna de madera, rebelde pero niño al fin, y el padre, marido amoroso que queda desorientado sin ella. Todos ellos asumen el dolor con una cierta aceptación y se apoyan mutuamente en la adversidad sin que el relato sea melodramático ni deprimente.

 

            Una prosa bellísima que nos transporta al medio oeste americano, pero que, a la vez, nos refugia en el amor que de niños sentimos por la madre. Una mezcla de cariño, melancolía, agradecimiento y nostalgia. Una maravillosa sorpresa literaria de un escritor poco conocido en España.